Publica tu libro con… Cliffhanger Publishing

Abel Amutxategi
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Atendiendo a los resultados de la última encuesta, voy a empezar a subir entrevistas con diferentes editoriales. Espero que eso nos ayude a todos a saber un poco mejor en qué se fija un editor, cuál es la línea editorial de cada una de estas editoriales y, por qué no, a tal vez animarnos a enviar nuestro manuscrito a alguna de ellas.

¿Por qué he decidido empezar esta serie de entrevistas con Cliffhanger Publishing? Porque es una editorial relativamente nueva que apuesta por el humor y se rige por un peculiar decálogo, en el que puede que el anonimato de los autores sea lo que más os llame la atención.

Su último proyecto es el libro colaborativo titulado ‘Quién es Quién: Writers Royal Rumble‘. Podéis participar en él hasta el 31 de octubre, así que… ¡animaos a hacerlo! Estoy seguro de que será divertido.

Y ahora, os dejo con ellos:

¿Qué os llevó a fundar la editorial Cliffhanger Publishing?

Aunque estamos convencido de que uno de los grandes problemas del mercado editorial es que se encuentra saturado de títulos y editoriales, también lo estamos de que la mayoría de las editoriales solo ofrecen lo de siempre y la mayoría de los libros autoeditados o bien carecen de una calidad mínima, de un filtro, o bien ofrecen lo mismo que las editoriales, quizás con el objetivo de publicar con ellas, en lugar de probar otras formulas, que sería lo suyo.

Desde el principio pensamos en Cliffhanger como una editorial de contenidos diferentes, arriesgados, casi suicidas, no supeditados al mercado en los términos clásicos. En otras palabras, nació como un desafío. Y a estas alturas, como en casi todas las películas de Hollywood, parece que los malos van ganando, pero que no se confíen, que somos pequeños pero cabroncetes y escurridizos.

 

publica tu libro con cliffhanger publishing

¿Cuál es vuestra línea editorial?

Estamos especializados en literatura de humor a contracorriente. Queremos hacer reír al lector, pero también que se plantee muchas cosas. Por eso no dudamos a la hora de darle caña a todo el mundo, incluido nosotros mismos, para subrayar lo absurdo de cualquier cosa en apariencia trascendente. Se trata de una línea editorial parecida a la que tendría South Park si se dedicaran a los eBooks. No buscamos amigos. Buscamos gente inteligente capaz de reírse de sí misma, lo cual es algo que suele ir unido.

Vuestra apuesta es el libro electrónico. ¿Es sólo una cuestión de minimizar gastos, o creéis que este formato ofrece posibilidades que no puede ofrecer el papel?

Evidentemente la cuestión de minimizar gastos está ahí, pero, por otra parte, el eBook es un formato ideal para nosotros porque obliga a ejercitar el ingenio para ofrecer experiencias novedosas como pueden ser los títulos de nuestra colección futura (La Biblia de los otros, Quién es: ¿Quién es quién? Writers Royal Rumble…), nos permite publicar con mayor rapidez, acceder de forma casi instantánea a un público enorme, y, por si fuera poco, colarnos hasta en los aeropuertos sin hacer ruido, a lo terrorista islámico.

Os regís por un curioso decálogo en el que el anonimato del autor es algo fundamental.

Sí; como decíamos antes creemos que el mercado editorial esta saturado, pero no sólo de editoriales y libros, sino de egos.

A la mayoría de las escritores sus historias les importan un pito. Escriben para salir bien guapos en la foto del libro y luego ligar con chicas tontas. Por culpa de los franceses el culto al autor se ha convertido en un grave problema en nuestra sociedad. Nosotros vemos el problema de la misma forma en que las asociaciones de nutricionistas ven los anuncios de supermodelos huesudas.

Todo el mundo quiere ser escritor por esa aura casi mística que se les presupone a los juntaletras con sombrero y foulard, pero escribir es algo aburrido, sacrificado y que requiere altas dosis de autenticidad. Preferimos escritores gordos y feos, con algo que decir, antes que modelos muy fotogénicas pero incapaces de decir nada interesante de Rusia.

El anonimato funciona a este respecto como un filtro. Gracias a él nos garantizamos el trabajar con personas a las que les importan realmente su historias. Hasta el punto de sacrificar su propio nombre por ellas, si bien como somos unos buenazos les permitimos firmar con pseudónimos o códigos QR que remitan a sus páginas.

 

publica-tu-novela

Pero a cambio de esto, ofrecéis al autor unas condiciones mucho más ventajosas que otras editoriales…

Sí. Haciendo hincapíe en lo de “otras editoriales”, porque muchas “editoriales” solo son chiringuitos montados por el espabilado de turno para jugar con las ilusiones de los autores y sacarles la pasta “coeditándolos”.

Nosotros hacemos lo que debe hacer una editorial. Leer. Seleccionar. Apostar por unas historias y descartar otros.

Puede que seamos pequeños, pero aquí no publica cualquiera que nos mande un manuscrito. Publican aquellos que nos ofrezcan historias diferentes, auténticas y que encajen con nuestra línea editorial. Y estos autores reciben unos royalties del 85% en lugar del 10 o 15% habitual en la industria. Un modelo similar, salvando las distancias, al que utiliza Apple con sus aplicaciones para Iphone e Ipad.

¿En qué os fijáis más a la hora de valorar un manuscrito?

Simplificando un poco, nos fijamos en tres cosas:

  1. En que tenga un sentido del humor particular.
  2. En que la idea de partida sea buena y con posibilidades comerciales, aspectos a nuestro juicio más que compatibles.
  3. Y sobre todo, en que desprenda un penetrante aroma a autenticidad. Es decir: buscamos voces distintas, arriesgadas, con una mirada singular sobre la realidad y algo que decir aunque sea una fijación obsesiva y monomaniaca

También nos importa bastante que estén bien escritas, pero en este punto no nos obsesionamos tanto con la genialidad como con la capacidad de comunicar ideas y sentimientos de forma empática y eficaz.

¿Cuáles son los principales errores que comenten los autores en los manuscritos que os envían?

El primero enviarnos el manuscrito completo saltándose las normas que hemos dispuesto para recibir manuscritos (pueden enlazarlas), ya que si nos hemos tomado la molestia de diseñar dicho sistema es para ni ellos ni nosotros perdamos el tiempo.

Por otro lado, existe una tendencia bastante acentuada a enviarnos textos antes de revisarlos, quizá por ansiedad. Y eso juega siempre en contra del escritor porque muchas veces se nota que no está pulido.

También hay quien cree que nos dedicamos a publicar novelas de ficción histórica, fantasía heroica, templarios, o marujas que redescubren su sexualidad con un maromo hipermusculado. Y no. Lo nuestro es el humor, pero de otro tipo.

Ya por último, están también los típicos que mandan sus propuestas a cuarenta editoriales a la vez, aunque algunas de ellas se dediquen a publicar textos de aeromodelismo o macramé. Personalmente, nos molesta bastante recibir textos de escritores sin amor propio dispuestos a bailar con cualquiera. Queremos que nos quieran solo a nosotros, aunque seamos la fea de la fiesta.

 

Yo-Vote-con-un-Zombi

 

¿Cómo puede ponerse en contacto con vosotros un autor que desee publicar con Cliffhanger Publishing?

En este e-mail cliffhanger@cliffhangerpublishing.com

Garantizamos respuesta aunque se nos envíen correos que no se lo merezcan, otra cosa que no hacen el resto de las editoriales.

¿Algún consejo para los autores?

Sería muy largo de exponer aquí, pero, por suerte, ya hemos escrito sobre el tema en nuestro blog. Os dejo el enlace.

http://cliffhangerpublishing.tumblr.com/post/34225726725/consejos-para-escritores-noveles

Y ya puestos, otro también sobre cómo evitar firmar con editoriales sin escrúpulos.

http://cliffhangerpublishing.tumblr.com/post/52621157624/10-tips-para-no-firmar-con-editoriales-sin-escrupulos

Espero que esta entrevista os haya parecido interesante, y os animo a investigar un poco en el peculiar mundo de esta editorial, porque merece mucho la pena.

Gracias por leer…

23 comentarios en «Publica tu libro con… Cliffhanger Publishing»

  1. Pingback: Bitacoras.com
  2. Menuda tomadura de pelo. Eliminando el nombre del autor se atribuyen su trabajo y las posibilidades de que el autor pueda aspirar a publicar escritos en otras editoriales (no es ego, es buscarse la vida). Espero que los autores no acepten perder sus derechos trabajando con esta editorial.

    Y las respuestas en vez de sonar divertidas y desenfadadas parece más bien respuestas cargadas de ego y prepotencia («(…), porque muchas “editoriales” solo son chiringuitos montados por el espabilado de turno para jugar con las ilusiones de los autores y sacarles la pasta “coeditándolos”.»)

    Ah, dicho sea de paso, espero que ahora me llegue un mensaje diciendo «uy, pero esto es un sitio de humor y esta entrevista es falsa» porque es lo que parece.

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    • Vaya… pues me temo que no es un chiste 🙂
      Son muchos los autores que han publicado bajo pseudónimo. Neruda, Orwell, Stendhal, Lewis Carroll, Mark Twain… todos ellos han publicado bajo pseudónimo y no han perdido los derechos de sus obras… o los han perdido en la misma medida en la que uno puede perder sus derechos al publicar con su nombre real (las dichosas exclusividades tan traídas y llevadas). Cuando registras una obra puedes indicar pseudónimo, no hay problema con eso. Hay hasta best-sellers publicados como «Anónimo», y te puedo asegurar que sus autores han cobrado las regalías oportunas.
      Me ha parecido interesante empezar por esta editorial porque creo que deberíamos recuperar el aspecto lúdico de la literatura… cosa que me parece genial que no comparta todo el mundo, faltaría más.
      ¡Gracias por pararte a comentar, Nebilim!

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      • ¿Cobrar derechos de autor? hasta cobran los herederos sin haber hecho nada. No es cuestión de dinero. Es cuestión de poder decir: «ésto es mi trabajo, en lo que he invertido muchísimo tiempo y es como un hijo mío». No es por ego o lo que sea. Por lo parece, ni aparece un pseudónimo, no aclaran siquiera si a la hora de registrar la obra sí aparece tu nombre (porque si se registra con el nombre editorial, ¡apaga y vámonos!).

        Es decir, que en un principio parece algo fraudulento y hasta denunciable (por mucho que el autor ceda ante esas condiciones).

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        • Piensa en la novela que ha publicado J.K.Rowling bajo pseudónimo. La gente que trabaja de esa forma tiene un motivo por el que hacerlo, a pesar de que haya invertido el mismo tiempo en ello que los demás.
          Tú no tienes esa motivación, y eso es perfecto. Es genial. Yo la he tenido a veces, y otras veces no: dependiendo de la naturaleza del trabajo que tuviera entre manos, de la editorial o la revista de la que se tratara, etc.
          La obra la vas a registrar tú misma antes de enviarla a cualquier sitio, así que por esa parte cualquiera puede estar tranquilo. De hecho yo no envío ni siquiera propuestas editoriales antes de haber registrado el texto completo :-/
          Esta editorial es simplemente una opción más (pronto vendrán otras entrevistas que espero te parezcan mejores, lamento no haber acertado con ésta), pero hablar de fraude… no, porque no lo hay.
          Y, por si las moscas, no estoy emparentado con ninguno de los editores, igual que tampoco lo estaré con ninguno de los que lleguen en un futuro 😀

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  3. ¿Fraude? Fraude es sonreírle diplomáticamente al escritor , prometerte la fama eterna con su nombre en grandes oropeles y luego sacarle la pasta por adelantado vendiéndole una moto que no existe y que tendrá que almacenar en su trastero para vender a sus amigos, si es que se la compran. El proyecto de Cliffhanger busca que se publique una mejor literatura con autores realmente comprometidos con ella y no con sus aspectos más accesorios. Pero, por supuesto, estos autores tienen registradas las obras a su nombre (es un requisito y algo que todo autor debe hacer siempre para evitarse problemas) y, como bien dice Abel, si aceptan nuestra política de anonimato es por otros motivos más relacionados con lo lúdico y/o una idea compartida de cómo nos gustaría a los dos, autor y editor, que fuera la literatura. Todos nuestros autores están más que contentos con ello. Nadie les obliga a firmar nada y mucho menos para aprovecharse de su trabajo. Al contrario. El anonimato es una forma de protesta. El mero hecho de que iniciativas como la nuestra, que luchan a cara descubierta contra los abusos de la editoriales y «editoriales», a algunas personas puedan parecerles «fraudulentas» y «hasta denunciables» da una buena medida de hasta qué punto son necesarios nuevos puntos de vista en este sector.

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  4. Lo de no poner el nombre del autor es de un morro impresionante. Y me parece un insulto a la inteligencia vincular el que figure el autor de un manuscrito con el ego. Huele muy mal. Hasta en el colegio los niños firman exámenes y redacciones con su nombre, ¿son ególatras por ello?
    Por cierto, la página web de este editorial tiene un pagerank de 2, lo cual quiere decir que casi no tiene visitas, por lo tanto tampoco ventas.
    ¿Qué un autor no debe publicar por dinero? Hombre vaya, es que si no se vende no te lee ni Dios, y uno escribe para que lo lean, ¿o esto también es ególatra?
    Será cosa de ir al psicólogo.

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    • Bueno… mi posición respecto a lo del anonimato ha quedado clara: me parece una propuesta fresca, necesaria incluso para recuperar el aspecto más lúdico de la literatura, y uno de los tres motivos por los que he elegido esa editorial es ése.
      El segundo de ellos ha sido el libro colaborativo ‘¿Quién es quien?’… y el tercero es que este blog también tiene pagerank 2 y habrá que ir haciendo camino al andar 😉
      ¡Gracias por pararte a comentar, Ayla!

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    • Ayla, gracias por tu aportación. Nos ha hecho reflexionar tanto que creo que a partir de ahora vamos a cambiar nuestra política editorial. En lugar de apoyar a escritores emergentes de calidad, cuyas posibilidades de llegar a vender bien son nulas por la saturación del mercado y el escaso punch comercial de su nombre, publicaremos solo textos de escritores famosos o con proyección mediática, siempre en Amazon, con sus datos personales en letras bien grandes en la portada, y temáticas erótico-festivas o de enigmas templarios. Si algún escritor consolidado quiere publicar con nosotros para probar su tirón de manera anónima, como ya se ha hecho, lo mandaremos al cuerno; lo mismo haremos con quienes deliberadamente pidan escribir en anonimato o bajo pseudónimo, que también ha pasado; y ya puestos pondremos una bomba en el plató de La Voz. Además asistiremos a un montón de cursos de marketing on line y community managering para que nos expliquen por un módico precio como nuestro pagerank puede experimentar un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de los lectores desalojados. Hablaremos con el Dalai Lama y con los diferentes líderes de todas las religiones basadas en el principio de la renuncia al ego y les dejaremos bien claro que están equivocados. Con respecto a los escritores, aunque nunca hayamos dicho que no deben publicar por dinero (más bien al contrario, pero bueno), les animaremos a escribir soplapolleces de autoayuda a seis euros la hora, no vaya a ser que alguno sepa lo que hace y cree algo con personalidad pero difícilmente vendible. No están las cosas para apostar por los principios ni por la literatura diferente. Como bien dices, uno escribe para que lo lean, pero sobre todo, para que los demás lean su nombre en la cubierta. Lo de dentro es como el chocolate de los Bollicao: que puede haber o no haber y da lo mismo. Gracias de nuevo, amiga, por abrirnos los ojos. Y tranquila, que no se volverá a repetir este ultraje contra los derechos de autor por nuestra parte. A ver si nos absorbe una editorial de las gordas y podemos tener visitas y vender algo.

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      • Haya paz… que a mí me toca contener a los dos bandos 🙂
        Está claro que está habiendo salidas de tono ya desde el primer comentario que se publicó ayer, pero vamos a intentar reorientar la conversación más hacia el debate que hacia la pelea.
        Creo que el comentario de Luis es el que marca el camino.
        ¡Gracias!

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        • Sí, claro, paz… ¿Y quién nos garantiza a nosotros que Luis no es en realidad alguien de Cliffhanger? Como dice el título de uno de nuestros libros más recientes: «Lo que hace falta es otra guerra». Menos samba y más Pagerank. 😉

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          • Si quieres estar segur@ de que no soy alguien de cliffhanger mándame un email a: mortadelo-filemon@hotmail.com
            Te aseguro que no soy de cliffhanger y de que no tengo intención de publicar con ellos. Más que nada porque mi defensa de la libertad me impide aceptar que me impongan condiciones aunque sean las que yo quiero. Me explico: si me imponen las condiciones, ¿como sé que realmente es lo que yo quiero y no que me la han impuesto?

  5. Yo creo en la libertad de la gente pata decidir si quieren publicar con su nombre, pseudónimo o directamente pasan de todo y no quieren poner nada. También creo en la libertad de las editoriales para elegir a estos últimos autores para editarlos, están en su derecho. De cualquier forma, yo jamás publicaría en una editorial que me impusiera dicha condición, aunque personalmente me atrae la idea de no firmar mis trabajos. Como dijo el compañero, será cosa de ir al psicologo.

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  6. No entiendo por qué tanta ofuscación con la entrevista. A mi me ha parecido interesante. No estoy de acuerdo con algunos puntos pero entiendo que esta editorial tiene su forma de ver las cosas y está en su derecho de decidir qué y cómo quiere publicar las obras (al igual que una tienda tiene derecho a decidir cómo organiza su escaparate).
    Tú, como escritor, aceptas o no, eso es cosa tuya.

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  7. Encima chulería y mala leche, señor Cliffhanger.
    Escriba y publique lo que usted quiera, y quien quiera que acepte sus condiciones, faltaría más.
    Paso de comentar nada más.

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  8. Jo, Abel, la que se ha líao con tu primera entrevista.

    Yo voy a ser más moderada… Por un lado, a mí personalmente me gusta que la editorial quiera centrarse en el humor. Me gustan ese tipo de textos y son de los que más escasean, quizá porque es mucho más difícil hacer reír que hacer llorar…

    Por otra parte, lo del escritor y el ego… Bueno, yo entiendo los dos puntos de vista. Me parece normal que alguien quiera ver su nombre en un trabajo que ha realizado y en el que ha invertido muchas horas de su mal llamado tiempo libre. Pero por otra parte, la opción de publicar sin nombre no me parece mal. Yo uso pseudónimo y no me planteo publicar nada con mi verdadero nombre (bueno, en realidad tampoco me planteo publicar, a secas), así que ya se ve que a mí me va el anonimato.
    Aún así, uno puede preguntarse qué tiene de novedad la opción de publicar sin siquiera el pseudónimo, si el pseudónimo ya «anonimatiza». Eso es lo que yo me preguntaría… si no fuera usuaria de Falsaria, por ejemplo. Es una página con un sistema de votación de textos, firmados con nombre o pseudónimo, que funciona francamente mal porque la mayoría de sus miembros se dedica a votar exclusivamente a sus círculos de amistades o a dejar comentarios a saco en todo lo que se publica con el único objetivo de ser popular y recibir más votos que nadie (el que tiene más votos va a portada y el que más votos de la portada tiene va a la edición impresa). Resultado: llegan a portada y se publican textos en general de poca calidad y de un limitado número de personas que son las más populares. Una pena (y no lo digo por mis textos, que yo no cuelgo casi nada y no tengo esas aspiraciones. Pero sí me saturo yendo a portada y leyendo textos que por no tener no tienen ni la puntuación puesta). El papel del ego está claro, pues no hay más que ver cómo se mueve la gente por subir los votos, sin importarles si su texto tiene calidad o no. Así que creo que renunciar a la aparición del nombre supone, en ciertos contextos, confiar a ciegas en la calidad de tu texto, lo cual no está mal, la verdad.
    Así que, aun a riesgo de alterar más los ánimos, confirmo que, en mi experiencia, lo del ego es cierto.

    Otra cosa es la utilidad que realmente pueda tener en un contexto en que la «popularidad» no cuenta tanto, puesto que estamos hablando de comprar libros y no de votarlos. El riesgo es, como mucho, que sean un autor o autores los que más vendan porque sus historias previas han gustado, y que los lectores las elijan por el nombre del autor. Pero eso también tiene su parte buena y su parte mala…

    Bueno, ¡la que os he soltao! Para un día que me pilláis con tiempo escribo la de todo un mes.
    Hala, Abel, vete preparando otra, a ver si es igual de conflictiva.

    Un saludo a todos

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    • Sí que se ha liado, sí… la próxima me temo que va a ser algo «más leve» 😉

      Voy a aprovechar para dar mi opinión en «versión extendida», lejos de los calentones del momento en los que he tenido que frenar a unos y a otros.

      A mí me atrae mucho la filosofía de esta editorial. Alguna vez he colaborado con ellos, y espero poder seguir haciéndolo en un futuro si el tiempo me lo permite. Eso sí: me gusta hacerlo en proyectos cortos.

      La novela ‘Su muerte, gracias’, que tal vez podría entrar en la línea editorial de Cliffhanger, me esta llevando años a lo tonto. Y me gustaría que sirviera como referencia para que alguien pueda saber a priori si le pueden interesar o no mis siguientes trabajos. Eso lo puedo conseguir igual con mi nombre que con un pseudónimo. Me da lo mismo que mi «yo autor» no se corresponda con mi «yo real». Pero sí que necesito que «algo» pueda identificar al autor de esa novela a ojos del lector, para que el lector sepa que es «el mismo» y actúe en consecuencia.

      Por otra parte, y haciendo un poco de abogado del diablo, esa falta de firma te obliga a confiar ciegamente en el criterio de los editores que llevan la editorial. Eso es algo que todos los lectores hacemos en mayor o menor medida (yo, por ejemplo, compro o busco en la biblioteca casi todo lo que saca Blackie Books), pero que necesita de un cierto rodaje. Es difícil conseguirlo en sólo dos o tres años de funcionamiento.

      ¡Gracias por pararte a comentar!

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  9. Gracias por vuestro interés en ocuparos de los escritores noveles, ya que la mayoría de nosotros, no tenemos idea por donde empezar a que el mundo nos conozca nuestro trabajo.

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  10. Es muy interesante esta entrevista, para mí destaco aspectos positivos, como es el hecho que ellos se enfocan principalmente en el autor novel, en el desconocido, lo cual lo veo bien, y considero como una limitación que solo se dediquen hasta donde entendí a una novela de humor, aunque no especificó qué tipo de humor, si tiene que ser especialmente graciosa, tipo comedia, o aceptan humor negro, humor amarillista, humos confrontativo, etc. Quisiera si fuera posible que me ampliaran ese aspecto.

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