El triángulo de la productividad

Abel Amutxategi
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Una vez leí a Rachel Aaron hablar del triángulo de la productividad en uno de sus libros. Este triángulo estaba, evidentemente, definido por tres puntos, y la idea en la que se basaba su filosofía era que, cuanto mayor consiguiéramos que fuera el área del triángulo, mayor sería la rentabilidad que le sacaríamos a nuestras sesiones de escritura.

¿Y cuáles son esos tres vértices que definen el triángulo de la productividad?

Aquí los tenéis.

Tiempo:

Está claro que, cuanto más tiempo escribamos, más palabras terminaremos escribiendo. Esto es lo que pensaría cualquiera de nosotros.

Pero la autora fue más allá en sus experimentos y fue anotando cuánto tiempo escribía cada día y que palabras por minuto había conseguido escribir al final de la sesión.

Al hacerlo llegó a una curiosa conclusión: después de un primer periodo de tiempo en el que le costaba mucho escribir, llegaba a un punto dulce en el que alcanzaba un pico de productividad que empezaba a bajar cuando el cansancio terminaba por ganarle la partida.

Lo que quiero pediros con esto es que experimentéis con vuestro tiempo de escritura para encontrar cuál es vuestro punto dulce.

En mi caso, rara vez puedo escribir más de una hora seguida… hora y media como mucho. Así que he descubierto que lo que mejor me funciona es ir pensando en los pormenores de la escena que voy a escribir mientras hago alguna otra cosa (la comida del día siguiente, alguna tarea de la casa que tenga pendiente, etc.) y luego escribir en ráfagas de unos 45-60 minutos.

Es algo muy diferente de lo que le funcionaba a esta autora, pero… cada uno de nosotros es diferente.

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Conocimiento:

Muchas veces nos sentamos a escribir con una vaga idea de lo que va a suceder en la escena que tenemos entre manos. A veces es divertido dejar que los personajes nos lleven donde quiera que ellos decidan ir, pero al dejarnos llevar de ese modo corremos el riesgo de terminar en un sitio muy diferente del que habíamos pensado en un primer momento.

Eso puede estar bien si tienes tiempo de reescribir la escena una y otra vez, o si tienes tiempo de reestructurar tu novela varias veces en función de esos cambios de dirección, pero yo necesito saber que cada una de mis sesiones de escritura supone un pequeño avance hacia el objetivo final… aunque algunas veces ese avance sea le hacerme ver lo equivocado que estaba sobre algo.

Ahorraréis mucho tiempo si usáis vuestros cinco primeros minutos de escritura para esbozar en un papel todo lo que va a suceder en la escena que vais a escribir. No es necesario que os extendáis demasiado, basta con hacer una lista de los giros que habrá en la escena. También podéis anotar alguna línea de diálogo si es que la tenéis en la cabeza, algún sentimiento de vuestros personajes…

El caso es tener una guía de todo lo que tiene que aparecer sí o sí en la escena. Una lista de todo lo que no queremos pasar por alto.

Esas balizas marcarán el camino de nuestra escritura, y nos permitirán avanzar en la escena mucho más deprisa de lo que lo haríamos de habernos saltado este paso.

Pasión:

Todos nosotros hemos sentido la sensación de que hay algunas escenas que se escriben solas, mientras que hay otras que parecen obligarnos a arrastrar el bolígrafo sobre el papel como si de una bola de presidiario se tratara.

Pues bien: Rachel Aaron llegó a la evidente conclusión de que nos cuesta menos escribir esas escenas que estamos deseando escribir desde el principio de la novela, y que nos cuesta mucho más escribir esas otras escenas por las que no sentimos ningún tipo de pasión.

La solución a este problema podría ser el hacer que todas las escenas de nuestra novela nos hagan sentir esa pasión… pero yo nunca lo he conseguido. Siempre hay alguna escenas de mis novelas o alguna página de mis relatos que me da muchísima pereza escribir. Son escenas o páginas necesarias para que el resto de la narración encaje debidamente, y es cierto que una vez que el trabajo está terminado y corregido terminan por gustarme, pero en el momento de su escritura me parecen de lo menos interesante.

En estos casos, yo suelo suplir esa pasión de la que habla la autora por una mayor planificación.

Es decir: aumento el conocimiento que tengo sobre esa escena.

¿Qué otros trucos utilizáis vosotros para sacar el máximo de cada sesión de escritura?

Gracias por leer…

31 comentarios en «El triángulo de la productividad»

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  2. La verdad es que son tres pilares fundamentales: tiempo, conocimiento y pasión.
    Cierto es que yo escribo con más fluidez cuando conozco cada detalle de lo que voy a contar. Además yo siento cada frase: lloro, tengo miedo, me entristezco,…
    En cuanto al tiempo, pues me gusta ponerme las balizas unos dias antes y dejo reposar. Al cabo de un par de dias suelo emplear una horita, y si el texto me transmite pues está perfecto.

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  3. Gracias Abel por la informacion.
    Como bien dices cada uno de nosotros es diferente. Yo no planifico nada, lo sueño y lo escribo, que en resumidas cuentas es como si planificara. Me explicaré; como tengo el sueño limitado a unas seis horas, pues resulta que despierto temprano. En cuanto despierto no me levanto de la cama, sigo con los ojos cerrados, soñando despierto. Me imagino las escenas y los dialogos, y cuando me levanto los escribo. A veces dos o tres lineas, otras dos o tres paginas. No vuelvo a escribir nada el resto del dia.
    Un saludo para todos.

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    • Me gusta mucho esa rutina que sigues. Como decían los clásicos, ‘nulla dies sine linea’… o, en este caso, ‘ningún día sin una línea’. Aunque la frase se usara en el mundo de la pintura, es igualmente válida para nosotros.
      ¡Gracias por comentar!

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  4. La verdad es que yo comienzo a ser productivo pasadas las dos primeras horas delante del ordenador, luego mis dedos escriben solos durante tres o cuatro horas más.
    Y el truco de resumir anteriormente lo que vamos a redactar después ayuda muchísimo. Y así escribo como mínimo mil palabras al día.
    Otro pilar que añadiría al triángulo (sería un cuadrado en este caso), es la fuerza de voluntad. Si el despertador suena a las 7 de la mañana hay que levantarse y ponerse a escribir, como si fuéramos un empleado cualquiera en una empresa cualquiera con un jefe cualquiera; porque como no tenemos fecha de entrega nos tomamos las cosas con mucha más calma.
    Y a mí al principio me pasaba esto que decía «ufff… hoy no tengo el día, mañana escribiré más para compensar el tiempo perdido». FALSO, luego no se cumple, quien encuentra una excusa para hoy la encuentra para mañana. Con este rigor que me impuse me di cuenta de que la inspiración viene a vernos de vez en cuando, pero que cuando no viene hay que ir a buscarla.

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    • No podría estar más de acuerdo con eso. En alguna otra entrada le llamada a eso «profesionalizar» la escritura de uno. Da igual que tengamos un trabajo, una familia… debemos establecer unos horarios en los que vamos a escribir y cumplirlos a rajatabla estemos o no «inspirados».
      Gracias por pararte a comentar… 😀

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  5. Yo suelo escribir en el momento que se me ocurre la idea ya que cada vez que fluye alguna escena la desarrollo en mi cabeza hasta llegar al punto de tener necesidad de narrarla. A mi eso me hace sentir apasionada tanto en la escena como novela y es mucho mas facil para mi 🙂

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  6. Yo trato de escribir lo más rápido posible sin fijarme absolutamente en nada como esta siendo escrita tal o cual escena. Una vez que termino, ya me saqué el peso de haberlo realizado y paso a lo que mas me gusta que es corregir. Después de escrito un capítulo lo leo y corrijo tres veces como mínimo, ese es mi disfrute, pulir el texto, cuando la novela está terminada, vuelvo a leerla dos veces más como mínimo. En definitiva, siempre que releo viejos textos, siempre encuentro algo que cambiar.

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  7. A veces, aunque tengo un guión más o menos estructurado de los capítulos venideros, intercalo alguna idea que me provoca esa pasión de la que hablabas, o me lanzo sobre un capítulo que me atrae especialmente. Suelo escribir por impulsos, más que siguiendo un orden y me funciona. También confesaré que tengo días en vacío que frenan un poco el avance de la escritura, pero soy incapaz de escribir si no estoy estimulada, un fallo importante mío. Eso sí, dentro de mi anarquismo productivo, soy concienzuda con la corrección. Con el tiempo…, otro problemilla: igual escribo durante media hora como puedo estar dos horas seguidas. Creo que me falta método.

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  8. Muchas veces comienzo de forma impulsiva, escribiendo hasta el desenlace, sin estar muy consciente de la conclusión. Esta parte creativa la encuentro bastante placentera porque las imágenes y los escenarios me van dictando lo que quiero decir. Luego no vuelvo a leerlo, lo dejo reposando hasta el día siguiente, que lo veo como un lector y, de esta manera, voy puliendo y agregando los pasajes que me permiten darle la forma que quiero manifestar.

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  9. Conozco a mis personajes y me baso en su manera de actuar para así ver cómo sigue la historia o cómo responderían a tales circunstancias.

    Claro, siempre tengo presente mi objetivo del capítulo pero mayormente divago en ciertas ocasiones para hacer más humanos a los personajes.

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  10. Una pregunta, creo que no ha sido publicado aún pero no estoy segura, ¿conviene escribir dos o más novelas a la vez, según la inspiración que tengamos en cada una, o es mejor centrarse en una sola, aunque algún día no nos apetezca escribir esa?

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  11. Dejar reposar la obra es muy bueno. En el libro: Mientras Escribo, de Stephen King, el comentaba que dejaba reposar una novela durante un mes. Cuando volvía a agarrar el manuscrito, tenía la sensación de estar leyendo la obra de otro escritor y podía observar los errores en los que había incurrido.

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  12. Si alguna vez escribo una historia intento hacerla desde el punto de vista de cada uno de los personajes importantes de la escena para que parezca fluido. Después de eso, la corrección se hace mucho más corta. Y me alegro, porque es lo que menos me gusta de escribir. Siempre me ha encantado avanzar a lo largo de la historia y luego corregirlo todo…

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  13. Yo necesito escribir con tiempo. Empiezo por leer mucho, ya que lo mío es la novela histórica, luego trato de ver la escena (que siempre intento pensar previamente, por ejemplo cuando voy caminando por la calle o haciendo alguna tarea rutinaria en mi casa) y finalmente me pongo a escribir. De a poco me van saliendo las palabras. Es cierto eso del punto dulce. En mi caso, se da 30/40 minutos después que empiezo a escribir sin interrupciones. Lo de la pasión es fundamental, aunque no podemos creer que vamos a sentir la misma pasión por todas las escenas. Disfruto mucho escribiendo y la alegría que te da cuando notás que el argumento cierra, es indescriptible.

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  14. Eso de los días en vacío que frenan el avance creo que es normal. A mi también me pasa y tiene una cierta lógica. Escribir no es fácil, aunque nos guste. Después de todo, es un arte y se necesita una cuota de inspiración, me parece.

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  15. Yo llevo una semana jodida en este sentido. Menos de 2.000 palabras en toda la semana pasada cuando normalmente esa cantidad es la labor de un día.

    Tengo un par de personajes haciendo cosas raras y eso no es nada bueno para el segundo vértice del triángulo. Me pasa sobre todo con un personaje femenino al que le quedan un par de escenas importantes antes de morir de una forma bastante atroz. A medida que avanzo, sobre todo en los diálogos en que interviene, este personaje se hace cada vez más entrañable y su compañero más cercano, que ya de entrada no era ningún dechado de sociabilidad, se va volviendo más hosco y duro, algo que se supone que no debe pasar hasta que ella muera. Todo esto es apasionante pero me está poniendo las cosas francamente difíciles.

    Al menos lo que va saliendo parece bastante bueno. Y no solo eso, sino que lo sigue pareciendo el día siguiente.

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  16. Por lo general, mantengo cerca libreta y bolígrafo o lápiz. A veces vienen ideas que me gustan, pero a veces en el silencio de la noche hablan mejor los personajes y se sienten más. Y también sufro con algunas escenas que, aunque son necesarias, se me hacen pesadas y fastidiosas. En eso llego a estancarme por un suplicio de tiempo.

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  17. Hola a todos/as, saludos.

    Actualmente, me encuentro escribiendo un libro sobre mis propias vivencias de vida, que están marcadas por dos acontecimientos extraordinarios, uno de ellos de signo negativo y el otro de signo positivo. Por un lado, un accidente ocurrido durante mi juventud, a los 16 años, desde esa edad mi cuerpo convive con una discapacidad física que ha ralentizado todos mis actos cotidianos de vida, y el tiempo de escritura diaria no está ajeno a esa circunstancia. Y, por otro lado, todas mis experiencias de vida positivas, que están marcadas por un extraordinario acontecimiento ocurrido a los 32 años de edad, la vivencia de una experiencia cercana a la muerte (ECM).

    Estoy escribiendo mi libro en primera persona, así que si alguien desea darme algún consejo o hacerme alguna observación sobre esta forma de plantear la escritura del libro, que se sienta libre para aportarme cualquier información que me ayude a mejorar mi libro.

    Por último, quiero dar las gracias a los creadores/as de esta página web porque me facilita mucha información para escribir bien mi libro.

    Gracias a todos/as.

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  18. Siempre me di cuenta del concepto de punto dulce pero creo que nunca hice nada para optimizar el tiempo de escritura en función del mismo.
    Hace poco leí sobre un autor (no recuerdo el nombre), que se preparaba durante un año para escribir (sin escribir nada de nada), luego durante unas semanas, se dedicaba, cual monje en monasterio a escribir y escribir dando rienda suelta a toda esa pasión. Luego como un pintor que ha dejado el óleo sobre el lienzo, no corrije, sino que la pasión que plasmó en las historias escritas, así queda.
    Obviamente que es un extremo extraño y hasta bizarro, pero cada quién hace lo que mejor le funciona, ¿no?
    Con respecto a la pasión y el conociemiento, yo creo que muchas veces van de la mano. Yo se que estoy esperando cierta escena en la novela que escribo (porque se que me va a apasionar escribirla) y que me faltan muchas escenas para llegar a ella. Y muchas de las que quedan en el camino pierden pasión por la ansiedad de llegar a la tan esperada…
    También me ha sucedido que escenas que no estaban planeadas han side de las que más pasión ha despertado.
    La mente del escritor es muy curiosa y compleja… cada uno con su locura.
    Saludos

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  19. Hola, veo que hay mucha gente que le gusta escribir y eso me alienta.
    No se si ya abra, pero me gustaria armar una especie de hermandad de escritores donde compartir cosas con nuestros compañeros.
    Tambien me gustaria que podamos ayudarnos.
    Un lugar donde la gente espere con anciedad lo que escribimos.
    Ademas de los libros que queremos hacer.
    Podriamos hacer novelas de aventura o de accion o de lo que fuera y tener nuestros segidores donde opinan y leen lo que hacemos.
    Creo que estaria bueno.
    Por cierto yo estoy escribiendo una novela que creo que el nombre sera La ciudad perdida en el pacifico
    Espero salga bien abrazo a todos

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  20. Entiendo perfectamente lo de la pasión. Lo que me ocurre muchas veces es que esbozo el contexto de mi historia, me encanta introducir a los personajes y narrar la primera vez que todos interactúan entre ellos. Pero cuando debo narrar una escena específica para la historia me bloqueo, porque sé que esa escena es necesaria y requiere una explicación prolongada. La escribo, y la reescribo, y nunca me da la impresión de que mis ideas queden apropiadamente plasmadas. Voy a probar con la planificación, aunque rara vez me ciño a mis propios esquemas. Cuando realmente me interesa lo que estoy escribiendo, las líneas van por su cuenta.

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  21. En cuanto al tiempo, puede ser que escriba una,dos o tres horas, porque como ahora me ha embrujado esto de la escritura, yo llego a mi casa después del trabajo, y para olvidar las tensiones del mismo, me he dedicado a escribir, entonces como les decía llego a mi casa al rededor de las cuatro de la tarde y si no tengo nada urgente que hacer, me puedo sentar hasta las nueve de la noche a escribir, pero generalmente no importa a que hora inicio, no trato de pasar de las diez de la noche, porque fuera de ese horario me siento cansado, me entra el sueño.
    Respecto a la pasión si es necesaria, pero considero que se debe tomar en cuenta la INSPIRACIÓN que es lo que hace que muchas veces surjan personajes secundarios, y subtramas bellas dentro de un relato principal, además sin ella no sería posible avanzar,

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